¿Y esto con que se come?

La actualidad, con su vertiginosa dinámica de cambios, nos tiene para todos lados como zapallos dentro de un carro.

De aquí para allá con nuestras pantallas, con megadatos, con realidades virtuales, con una cantidad infinita de variantes, que nos influencian y nos modifican, sin freno y que tú, amigo lector conoces, y nadie más que tú y tú y túit.

Ahorita nomás, reciencito, durante las primeras horas del alba, a poco de iniciar mi ingesta , mi colación, acabo de leer una noticia, que está referida a todo lo que nos espera con la realidad cuántica. Y entre otras ventajas que nos van a brindar está la que dice: “ La distribución cuántica de claves, permite que dos partes compartan un secreto con el cual no podrá hacerse ningún entrometido, tanto si utiliza un ordenador clásico como uno cuántico”.

Te das cuenta mano, lo padre que estará , que nos podremos relajar, para seguir viviendo como meros chingados que somos. Me gusta Pero no se asusten , no es pa tanto. No me pienso ir, ni sumarme al coro ese de las cuestiones aburridas.

No voy a dejar este mundo real, donde pasan las cosas de verdad, donde las personas sueñan y se imaginan las situaciones más extrañas que uno pueda imaginarse, y que quiero contar.

Dice mi sobrino, que iba caminando por la vereda norte , de la calle 18 de julio de 1830, entre Uruguay y José Zorrilla de San Martín, en inmediaciones de la panadería “La bámbola” cuando una pareja de damas de nuestra sociedad, avanza sobre su flanco izquierdo, conversando amablemente, disfrutando de esos minutos gloriosos en que los humanos hacen cebo, y para mayor gloria de mi sobrino, y por la gracia de dios, a partir de ahí acompañó ese vaivén amable y tan característico de las mujeres orientales, cuando una de ellas dice: “Me encantan los colores de la camiseta de Nacional…” y la otra dama responde: “yo soy de Peñarol, que querés que te diga…” y largó una carcajada soberbia, la otra joven la dejó reírse a sus anchas y cuando se tranquilizó la amiga, le respondió, para gloria eterna de este Carmelo , y para mi sobrino que estaba ahí, entre medio de las dos mujeres: “Si Peñarol tuviera los colores de Nacional, sería de Peñarol a muerte”. Me gusta.

   Tío POPE

   25 Septiembre 2017